miércoles, 15 de junio de 2011

 Después de descansar un poco y con la respiración                                  más libre, Bolívar, con cierta solemnidad que no olvidaré jamás, se puso en pie, y como si estuviese solo, miró a todos los puntos del horizonte y al través de los amarillos rayos del sol poniente pasó su mirada escrutadora, fija y brillante sobre los puntos principales que alcanzábamos a dominar.

1 comentario:

  1. hola te quería decir que me importa la información pero no tienes ninguno, y ademas es que estas leyendo ahora no cuenta como comentario. Solo estoy diciendo lo que pienso.

    Perdón si te ofendí PERR*

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